Desafortunadamente, eso es algo que nadie puede garantizar. Lo que sí puedo asegurar es que uno de los objetivos del método que usamos es limitar el llanto. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que, si tu bebé está acostumbrado a ciertos hábitos a la hora de dormir, es posible que proteste cuando se los cambies; y en el caso de los niños pre-verbales, llorar es la manera más eficiente que tienen de hacernos saber sus inconformidades.
La intensidad del llanto dependerá de la edad y temperamento de cada bebé y de los métodos para dormir a los que hayan estado acostumbrado.
Nunca te pediremos que dejes a tu hijo/a llorando solo en la cama. En este proceso de aprendizaje tú lo acompañarás, brindándole seguridad física y verbal, siempre respetando el espacio que tu bebé necesita para aprender a dormir.